Una vez en los ibones vimos demasiado claro que el Vértice era nuestro monte. Íbamos bien de tiempo y el día era perfecto. Cruzamos entonces la cuenca de los ibones y subimos los últimos y empinados metros al collado entre el Anayet y el Vértice. De aquí giramos a la izquierda y seguimos la arista hasta la cima del Vértice, alternando roca y hielo (a fecha de 6 de diciembre). La caída hacia la derecha es considerable así que vamos con mucho ojo.
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| Vistas desde la cima del Anayet |
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| Anayet y Midi |
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| Vista de la arista seguida desde el Anayet |
Siempre son bonitas las vistas desde esta cima con el Anayet en primer plano y el Midi de fondo. Tomamos aire y como todavía es pronto y veo el Anayet demasiado cerca como para no intentarlo, decido ir hasta la otra cima. Bajo la arista hasta el collado de nuevo y empieza lo entretenido.
Nada más salir del collado toca ir a media ladera hasta encontrar una canal de subida a la derecha para salir a un altiplano. Desde aquí toca subir una pala lo mas a la izquierda posible hasta toparnos con las cadenas. Una vez pasadas aparece ante nosotros lo más expuesto de la subida: Una horizontal con buena huella que nos deja en la última canal antes de la cima. Este tramo (tanto horizontal como canal) no permiten resbalones ya que seguramente será el último resbalón de tu vida.
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| Cima del Anayet |
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| Vistas hacia la cuenca de los ibones |
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| Última canal vista desde arriba... |
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| ...Y vista desde abajo |
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| Paso de las cadenas |
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| Expuesta travesía antes del paso de las cadenas |
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| La pala despues del paso de las cadenas |
Una vez en la cima no hay mas que desandar el camino de subida con mucho cuidado hasta los ibones otra vez y de ahí hasta el aparcamiento.
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| El Anayet y el Vértice ya están en el bolsillo! |
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| De vuelta con los dos montes del día de fondo |
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| El sol levanta poco en diciembre |
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