domingo, 23 de junio de 2013

Sombrero de los Lecherines

Ya nos quedan menos montes de esta zona para acabarla. Así como los ochomilistas dejan el Annapurna para el final por peligroso, nosotros dejamos los Mallos y el Rigüelo para el final (salvando las distancias). De momento nos apuntamos otro mas, el Sombrero.

De izquierda a derecha: Sombrero, Pico, Mallos y Rigüelo

Hemos salido de Pamplona a eso de las 6:30 h sin mucha confianza en el tiempo, ya que a medida que íbamos acercándonos al Pirineo, lo veíamos más negro. Confiamos en las predicciones meteorológicas que dan buen tiempo para la zona del Aspe y en Francia nublado.

Llegamos al aparcamiento y parece que las nubes no son tan amenazantes como parecían desde Loiti, así que para arriba. No somos los únicos que se les ha ocurrido ir a la zona en domingo, si bien la mayoría va al Aspe y nos dejarán el valle de subida prácticamente solo, cruzándonos apenas con una decena de personas.

Toca calzarse los crampones

Así ha estado todo el día pero al final ha despejado

 Dejamos el desvío al Aspe y nos metemos en el valle de la derecha, siguiendo un amplio camino primero, e inventándolo después. De todas formas no tiene pierde y en un rato estamos bajo la base del collado entre los Mallos y el Pico de los Lecherines.


Mallos de Lecherines

Pico de Lecherines. 

Sombrero. Bajaremos por el tubo en sombra

Como no lo veíamos claro por la directa (un tubo que sube pegado al Pico) damos un "pequeño" rodeo por la izquierda para subir por la pala de más a la izquierda del macizo de los Lecherines. Así que después de dar ese rodeo y andar un poco por arista con crampones llegamos a la cima del Sombrero por unos bloques de piedras.

Empezando el rodeo

Vista de la arista que nos quedaba

El Aspe desde la cima. Se le ve a mi padre abajo a la izquierda

En la cima con el Pico de Lecherines al fondo

Mar de nubes en Francia

Había que sacarle más fotos ¿no?

Como decía la previsión meteorológica Francia iba a estar nublado, y es cierto. Las vistas espectaculares desde la cima con un mar de nubes increíble en Francia con el Midi asomando como un faro. Ni que decir, por supuesto las vistas hacia el Pico de los Lecherines y al Aspe.

Para el descenso optamos por el corredor que baja pegado al Pico de Lecherines, ya que la bajada es más directa y no habría que dar otra vez ese rodeo por la arista. Con cuidado y con calma llegamos abajo del tubo y desde ahí hasta abajo sin problemas.

Empezando el descenso

El descenso. Si os fijáis bien veréis las huellas

El premio por estar casi solos

Un saludo y a disfrutar del monte!!

viernes, 21 de junio de 2013

Infiernos y Arnales

No teníamos nada mejor que hacer que salir un viernes a las 22:30 h de Pamplona para dormir en el Balneario de Panticosa y salir al día siguiente a las 5:30 h para subir a los Infiernos, pero lo hicimos. Después de una noche agradable a unos 15ºC durante la noche, ya os podéis imaginar como estaría la nieve a la subida, de todo menos dura.

Empezamos a subir por ese costarrón sin descansos hacia la mallata baja primero y a la mallata alta después, donde empezaría la nieve. A partir de ahí fuimos todo el camino con crampones más que nada para curarnos en salud. Ibamos a buen ritmo y no tardaríamos en llegar al collado de Pondiellos, donde nos reciben los Picos del Infierno medio tapados por una niebla que va y viene y por una brisa fresca, que estando a la temperatura a la que estamos, casi hasta se agradece.


Garmo Negro y Argualas desde la subida al collado de Pondiellos

Brazatos y Batanes

Los Infiernos y el Arnales. Se ve el collado entre los dos

Una vez descansados y visto como está la nieve, nos vamos a por los Arnales. Primero vamos al collado de Saretas por una media ladera sobre el pico de Pondiellos y luego encaramos la pala que sube al collado del Arnales. Conforme ganamos altura, la nieve se va poniendo cada vez mejor, cosa que te tienta para subir a los Infiernos.

Total que llegamos al collado de Pondiellos y... ¡Sorpresa! una cornisa propia del himalaya a casi 3000m. Lo nunca visto en Junio. Una vez hechas las fotos de rigor, vamos a la cima por un terreno fácil pero roto.


Impresionante la cornisa en el collado

¡Ya estamos!

Cima del Arnales (3006 m)

El tiempo ya ha empezado a despejarse, la nieve está aceptable y son las 9:30h... !A los Infiernos! Hacemos una media ladera hasta la base del corredor cuando oigo una voz por detrás: "Sube tu que yo te espero aquí abajo". La semana anterior, Roberto estuvo con la bici por Zubiri y por Erro y después iba a trabajar, por lo que su cansancio no era de extrañar viendo la semana tan movidita que tuvo.

Decido subir más o menos rápido para no hacerle esperar mucho y aprovecho la huella que han hecho dos personas que iban delante nuestra.


El corredor visto a la bajada

En la base, una vez hecha la media ladera, con el Arnales al fondo

Al llegar a la cima del Infierno Central y ver que la arista no tenía nieve no puedo resistirme y decido ir al Infierno Occidental, con cuidado eso sí, ya que la arista, aunque fácil y ancha, tiene bastante caída a ambos lados.

Aspecto de la arista hasta el Infierno Occidental

Cima del Infierno Occidental (3073 m)

Infierno Central (3082 m) y el Oriental (3076 m)

Después me decido también por el Infierno Oriental. Tiene una pala de nieve para subir que da directamente al corredor y, sinceramente, en estas fechas creo que es el más peligrosos de los tres Infiernos.


Vistas del Infierno Central y Occidental desde el Oriental 

Después de bajar por el corredor con cuidado y procurando no acumular zuecos de nieve, llegamos hasta el collado de Pondiellos. A partir de aquí, como siempre: una desesperación de bajada ya que ves en todo momento el Balneario y no parece que se acerca. ¡Otra cosa es con esquis...!

De vuelta al collado de Pondiellos

Ya en el collado de Pondiellos con 4 tresmiles en el bolsillo

A la vuelta nos encontramos con Mikel y Ander en Puente la Reina que habían ido ese mismo día a los Lecherines como podéis ver en su blog primates en la vertical.

Un saludo y a disfrutar del monte!!

Elefante en Carrascal

Por lo visto no había nada mejor que hacer. Todos los demás están de exámenes y no pueden salir porque están estudiando. En esto que me llama Dani y me dice que si me apatece ir a escalar. Eran ya las 16:30 h  pero con tal de salir de casa, cualquier cosa.

Para matar la tarde, decidimos ir al Elefante en el Carrascal. Una via de 80m y 6a que se puede hacer en A0 tranquilamente.
La vía sigue por la chimenea de la izquierda.


Llegamos y al ser sólo de dos largos, decidimos que yo subiré el primero y Dani el segundo. Empiezo a subir y todo el diedro-chimenea del primer largo está mojadísimo. Como no soy un buen escalador y mucho menos en mojado, este primer largo me cuesta más de los que pensaba. Después de esta primera tirada, llega Dani y me releva. Llega al paso clave y también esta mojadísimo, pero aún así lo saca.
Dani en el paso clave

Posturita de Dani


Este paso se puede hacer en A0 tranquilamente, ya que tiene las chapas cada 50 cm (exagerando). Total que llegamos arriba y decidimos rapelarlo. Arriba la vía hace una especie de espolón y al tirar las cuerdas se nos cayeron un poco desviadas. En ese momento no pensamos que se habían desviado, lo supimos una vez empezados a rapelar.

Llegamos a la primera reunión y vimos como las cuerdas, que se habían desviado bastante, no se podían desenganchar. En una astuta maniobra de Dani, decidimos poner una especie de cuerda fija a la reunión, y bajar a desengancharlas rapelando con un marchard. Una vez desenganchadas, subió otra vez a donde yo estaba.
Segundo y último rapel

El lagarto (un poco "ancho de huesos")

Al final rapelamos hasta el suelo, no sin antes engancharse otra vez en una árbol de la pared.
Total: subida 1h 15 min, bajada rapelando 2h. Yo creo que esto resume bien la escalada que hicimos.


Bernera

Aprovechando que estaba de exámenes, Roberto (mi padre) me dijo que "me voy a ir a Bernera". Después de llamarle Judas y de no hacerme caso se fue, sin remordimiento alguno en su conciencia, a Lizara. Al ser entre semana, no había nadie y tuvo la suerte de ir solo en todo el camino.

El sol de estos meses, o mejor dicho, las temperaturas (porque de sol... poco)  han afectado a la nieve y ahora ya se puede subir bastante rato sin pisar nieve, aunque por quedar hay para dar y regalar.
Empezó subiendo por el ya más que conocido valle que da a la Plana Mistresa, y más o menos a mitad de ese valle es donde empezaba la nieve. 

Se continúa entonces hasta llegar al refugio en forma de igloo, por llamarle de alguna forma aunque ya se que tiene nombre. Desde aquí sepuede seguir recto hacia Plana Mistresa y después girar hacia la derecha, ya para encarar las pendientes del Bernera. 

Como la nieve estaba bien, mi mentor no paso por el refugio, y directamente siguió el curso del rio al ver que había unos cuantos puentes de nieve "fiables". Si tenemos en cuenta que es Junio y que hacía más o menos calor... ¡Madre mía!. Aunque es cierto que nieve hay un porrón y puentes de nieve lo que entendemos como tal tampoco había.

Valle de subida al Bernera
Una vez encarado las pendientes del Bernera, se intuye el paso más "delicado" del día: un tubo de nieve que se hace más y más estrecho y aumenta su inclinación y hay que salirse hacia la derecha. Si bien es un paso que no ofrezca grandes dificultades ni en general toda la subida, hay que tenerlo bastante en cuenta si hay peligro de aludes, ya que es un monte que constantemente estás expuesto a avalanchas, tanto en el valle de subida como en las palas finales (suaves pero largas).

Esta pala no tiene mayor misterio que el de concienciarte y subir como los burros poco a poco hasta que te vas acercando al que te parece es el collado pero ¿Realmente lo es? La respuesta es clara: Por supuesto que no!.

Cuando te vas asomando ves como otro collado aparece a lo lejos y piensas que debe ser ese. Por lo que te mentalizas otra vez y subes hasta que... ¡Sorpresa! ese tampoco es el collado. El collado verdadero (esta vez os lo prometo que es así) es el que se ve. 


Subida al "collado" de Bernera. Ojo a estas palas con riesgo
de avalanchas.

Una vez llegados al collado, se sube por una sencilla pala al Pico de Bernera. Las vistas desde la cima son espectaculares, sobre todo a la Llena del Bozo y al Bisaurín.


En el collado, con el Ruabe de Bernera y la Llena del Bozo al fondo

En la cima del Pico Bernera (2430 m)


Buenas vistas al Pirineo y a la Llena del Bozo.


La bajada, pues como siempre. Con cuidado y por el mismo camino de subida. En poco más de hora y media estaremos en Lizara con el Bernera en el bolsillo.

El Bisaurín y el Puntal de Secús vistos desde la bajada


Un saludo y a disfrutar del monte!!