sábado, 15 de marzo de 2014

Bisaurín con esquís. Aprovechando los días de sol

Otra vez llega el viernes y empieza el debate de todas las semanas (de las semanas que hace bueno, por supuesto)... A dónde vamos, a dónde no vamos, cuál será la mejor orientación para esquiar, etc. Al final no somos muy originales y nos decidimos por el Bisaurín, aunque visto por otro lado, había que subirlo también este año. Este si que ya es un clásico de todos los años!

Total que nos despertamos a las 6:00 de la mañana y tras preparar las mochilas salimos dirección a Lizara. Conforme vamos acercándonos al refugio el viento pega más y más, como un presagio de lo que ocurrirá todo el día. Dejamos el coche un poco antes del refugio, pues no somos los más madrugadores. Nos calzamos los esquís y toca ir para arriba, que ya son las 9:00.

Empezamos subiendo la ya más que conocida subida hacia el collado del Foratón. Poco a poco superamos el llano que precede al collado y la subida final a éste. Ya estamos en el collado y el viento cada vez es más fuerte. No paramos de pensar de cómo va a pegar en la cima y de cuanto tiempo duraremos en ella. Pero bueno, ahora toca subir la pala final.


Inicio de la pala sur desde el collado

En el  collado del Foratón. Al fondo Collarada

Seguimos con los esquís puestos, pero no tardamos ni 10 min. con ellos puestos. Antes de afrontar la pala en sí, vemos cómo varias personas están poniéndose crampones a mitad de pala, por lo que antes de vernos en una situación precaria, decidimos guardas los esquís y sacar crampones. Ahora ya sí que no habrá problemas. Bueno, ya tenemos la parte inclinada enfrente nuestra. La teoría dice que lo mejor es coger un ritmo y subir sin parar hasta arriba, pero todo el mundo sabe que la práctica es diferente.

Toca ponerse los crampones...

... Y guardar los esquís

Empezamos subiendo con un ritmo constante casi durante toda la pala, de hecho casi ni paramos. En la parte inclinada se veían unas piedras que sobresalían, por lo que decido tirar hasta ahí sin parar. Pensando que ese era ya el final de la pala, aprieto más de la cuenta y de pronto... ¡Todavía queda más pala! No puede ser ¡Menudo bajón! Pues nada, habrá que subirla.

Al llegar a la cima confirmamos nuestras sospechas: todas las cimas siguen en su sitio, por lo que las vistas son las de todos los años. Eso sí, la blancura del Pirineo en estas fechas es espectacular. Sólo queda esperar un poco a que la nieve se reblandezca un poco (cosa imposible) para poder bajar la pala. Al contrario que en la pala y en el collado, en la cima no pega viento y se está de maravilla.

Llegando a la cima

Ya estamos en la cima

Las cornisas siempre son motivo de foto

Hacia el Aspe y el Collarada

Midi d'Ossau y Balaitous


La bajada desde la cima, un poco mala. Por una parte la nieve seguía bastante dura y por otra parte la pala estaba bastante trillada de huellas. Como medianamente pude, conseguí bajar hasta donde la pendiente se suaviza y desde ahí hasta el collado, aunque seguía bastante dura, se podía esquiar bastante mejor. La mejor parte, sin ninguna duda, fue la bajada desde el collado hasta el llano del asca.

Bajando por la pala

Otra más de la bajada


Y ahora ya sí que sí, se ha acabado el día. Ahora toca volver a Pamplona, parando por supuesto en Puente la Reina a llenar un poco el depósito.

Un saludo y a disfrutar del monte!!

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