sábado, 8 de marzo de 2014

Anie con esquis. repitiendo clásicos

Pues eso, que el Anie ya se está convirtiendo en un clásico de todos los años. La realidad fue que no sabíamos ni a que zona ir, ya que daban riesgo 3 a partir del mediodía en las caras sur (S y SE) y casi todos los montes que se nos ocurrían para hacer una buena bajada con esquís estaban orientados al sur, o sea la zona del Bisaurín y Aísa. De pronto surge la idea de ir al Anie y al final nos decantamos por esta opción. Su suave subida y su pala final, orientada al Oeste nos convencieron de pleno.

 Total que me levanto a las 6:00 y espero a que mi padre llegue de trabajar (sí, es un poco masoca). Llegamos a la Contienda, nos calzamos los esquís y tiramos para arriba. El día promete y se intuye que hará calor, pero de momento a estas horas hace un poco de frío y la nieve, dando muestras de la temperatura ambiente, sigue helada. Tras una primera subida "para calentar" llegamos al collado de Pescamou y ya podemos ver el Anie.
En el collado de Pescamou
Tras llegar aquí no queda más que adentrarse en Larra y acostumbrarse a la tónica general de este sitio, es decir, una sucesión de subidas y bajadas. Aunque, en realidad, predominan las subidas así que no os hagáis falsas esperanzas. Total que tras 1:30h llegamos a un valle pequeño desde el cual se ve ya el Anie ¡Espectacular! Ahora toca bajar y encarar ya la pala final del Anie.

Subiendo por Larra

El Anie, majestuoso

El valle pequeño, a la vuelta


La pendiente poco a poco se va haciendo más fuerte, lo justo para que los esquís ya no agarren bien. Por lo que toca sacar los crampones y cargar las tablas a la espalda. En esta misma pala, de hecho, una chica bajó deslizando unos cuantos metros hasta que alguien la paró (más adelante presenciaríamos un rescate de esta chica, que a primera vista parecía no haberse hecho nada).

Ahora ya sí que sí, ya tenemos la pala final enfrente nuestra así que con paciencia la empezamos a subir y en poco tiempo ya estamos en la cima. De las vista pues que decir... espectaculares. Así que, como el día acompañaba nos pegamos en la cima 35-40 minutos fácil (y así espero a que la nieve se reblandezca un poco). Ya son las 12:30 y la pala está perfecta para bajarla esquiando, así que me quito los crampones y...¡Al lio! La verdad es que al principio impresiona un poco, ya que si te caes tienes una buena caída hasta la base de la pala. En previsión de ello, decidí bajar los primeros metros con el piolet en la mano.

A punto de encarar la pala final

En la parte baja de la pala

Llegando a la cima

Los dos en la cima

Las vistas, impresionantes

El helicóptero de rescate francés

Ya estamos abajo de la pala y casi dan ganas de volver a subir, pero viendo las decenas de personas que están subiendo en este momento se te quitan un poco las ganas. En fin, que ahora nos queda una larga esquiada hasta el coche, si bien ya en esta parte la nieve todavía seguía bastante dura.

Ya estamos en el coche! Con un buen sabor de boca y el Anie en el bolsillo, que no será la última vez que nos vea por su cima.

 Un saludo y a disfrutar del monte!!

2 comentarios:

  1. Muy chulas las fotos, Unai. Pedazo de día!!! A ver si salen más días así...

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  2. Ya saldrán, ya... jejeje. El próximo finde por ejemplo!

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