Bacias y adiós al Puente Foral

Para despedir este puente (y seguramente el año pirenaico) queremos hacer un monte un poco majo y por ello decidimos gastar las energías que nos quedan en el Bacias. Subimos otra vez al balneario pero esta vez salimos en dirección opuesta al Garmo. Empieza la fiesta de los zig-zag por este bosque. Una vuelta tras otra hasta que el bosque va desapareciendo y llegamos al desvío entre Lavaza y Brazato. Desde este punto podemos ver uno de los mejores descensos que hicimos este año en Semana Santa desde los Batanes .

Seguimos pues hacia Brazato. Rodeamos la cresta que tenemos enfrente y seguimos el camino que va hacia el ibon de Brazato superior. Antes de tomar la horizontal hacia la derecha que lleva hasta el ibón, subimos directos hacia una especie de collado para pasar por el valle de los ibones altos de Brazato.

De camino al Bacias

Pasamos por dos ibones y ya vemos el collado alto de Brazato delante nuestra. Desde aquí ya vemos el Bacias, en sombra con esta luz de diciembre. El camino hacia la cima esta claro. Con una diagonal a izquierdas y luego a derechas llegamos a la loma final que pronto nos deja en la misma cima.

Pasando por el primer lago helado

Otra vista más del lago 

Foto de la bajada... se ve la diagonal

Que decir que las vistas hacia el Vignemale son más que espectaculares. Esa mole de roca es impresionante. Garmo Negro e Infiernos hacia el otro lado no están mal tampoco.

Llegando a la cima

Y con el vignemale al fondo

Panorámica Vignemale-Ordesa

Panorámica Garmo-Infiernos-Batanes

Empezamos a bajar que hace frío y no queremos cogernos el último catarro del año. Bajamos por el mismo camino de subida y en poco rato nos plantamos de nuevo en el coche.

Y vuelta al collado que hace frío

Garmo negro e Infiernos de fondo

Y con esto ya despedimos el año pirenaico!

Anayet y Vértice de Anayet... 2 en 1

Después del día anterior en el Garmo Negro hoy tocaba algo suave. Por lo que toca visita a la zona de los ibones de Anayet y ahí decidimos. Salimos del aparcamiento de Anayet y empezamos a subir por el barranco del Culivillas, sin peligro ahora de aludes. El camino hasta los ibones no tiene pérdida... no hay mas que seguir el valle hasta el final.

Una vez en los ibones vimos demasiado claro que el Vértice era nuestro monte. Íbamos bien de tiempo y el día era perfecto. Cruzamos entonces la cuenca de los ibones y subimos los últimos y empinados metros al collado entre el Anayet y el Vértice. De aquí giramos a la izquierda y seguimos la arista hasta la cima del Vértice, alternando roca y hielo (a fecha de 6 de diciembre). La caída hacia la derecha es considerable así que vamos con mucho ojo.

Vistas desde la cima del Anayet

Anayet y Midi 

Vista de la arista seguida desde el Anayet

Siempre son bonitas las vistas desde esta cima con el Anayet en primer plano y el Midi de fondo. Tomamos aire y como todavía es pronto y veo el Anayet demasiado cerca como para no intentarlo, decido ir hasta la otra cima. Bajo la arista hasta el collado de nuevo y empieza lo entretenido.

Nada más salir del collado toca ir a media ladera hasta encontrar una canal de subida a la derecha para salir a un altiplano. Desde aquí toca subir una pala lo mas a la izquierda posible hasta toparnos con las cadenas. Una vez pasadas aparece ante nosotros lo más expuesto de la subida: Una horizontal con buena huella que nos deja en la última canal antes de la cima. Este tramo (tanto horizontal como canal) no permiten resbalones ya que seguramente será el último resbalón de tu vida.

Cima del Anayet

Vistas hacia la cuenca de los ibones

Última canal vista desde arriba...

...Y vista desde abajo

Paso de las cadenas

Expuesta travesía antes del paso de las cadenas

La pala despues del paso de las cadenas

Una vez en la cima no hay mas que desandar el camino de subida con mucho cuidado hasta los ibones otra vez y de ahí hasta el aparcamiento.

El Anayet y el Vértice ya están en el bolsillo!

De vuelta con los dos montes del día de fondo

El sol levanta poco en diciembre

Garmo Negro 3051m

Ya tocaba subir un tresmil con nieve antes de acabar el año. Y por ello pues elegimos un clásico... El Garmo Negro. La poca nieve que hay hace que sacar los esquís sea misión imposible a menos que seas de esos masocas que le gusta portear y rayarlos con las rocas que asoman.

Salimos pronto de Pamplona y nos plantamos en el balneario en unas 2h. Antes de coger mas frío nos ponemos a andar cuesta arriba que eso siempre calienta. Ya en la mallata baja nos dan los primeros rayos de sol y no nos abandonarán hasta volver al coche.

Llegamos a la mallata alta por una nieve pesada por las altas temperaturas de la noche. Cruzamos la mallata en dirección al barranco de la subida normal y poco a poco y siguiendo un camino muy majo, estamos ya debajo del falso collado antes de la pala final.

Tras comer un poco, empezamos a subir la ultima pala. Al principio con nieve dura pero debido a la poca nieve que hay hace que tengamos que andar sobre las rocas, haciendo que nos de dentera pisar con los crampones.

Vignemale y Ordesa desde la cima

Los de siempre... Infiernos y Balaitous

Panorámica desde la cima

Foto de cima con los Infiernos

Y ahora con el Balaitous de fondo

Las vistas desde la cima son las mismas de todos los años... no han movido ninguna montaña. Todas siguen en su sitio. Vignemale, Monte Perdido, Infiernos, Balaitous... todos igual pero con menos nieve de lo habitual.

Toca ya bajar. Siempre es agradable ver el balneario tan abajo y pensar en lo mucho que te queda hasta llegar a él. No hay nada como 2h de bajada en picado jajaja. Pero por fin llegamos al coche con ganas de disfrutar unos días más por este valle.

Bajando al coche con el Garmo en el bolsillo

Y con los Batanes de fondo

Y de recompensa... una cena revienta-arterias

Bisaurín. Primero de la temporada

Par estrenar la temporada de nieve se nos ocurre empezar por un clásico de la zona... el Bisaurín. Salimos de Pamplona y Ahí que estamos en Lizara ya calzándonos. Nos sorprende la poca gente que hay pero oye, mejor para nosotros.

Bisaurín de par de mañana

Empezamos a subir por hierba y poco a poco la nieve va haciendo acto de presencia hasta que en la ultima subida al collado ya es constante. Llegados al collado recibimos buena dosis de viento, con lo que seguimos subiendo hasta que éste cesa por completo hasta el punto de quedarnos solo con la camiseta térmica.

Esta pala ya sabemos como hay que tomársela... con mucha paciencia. Así que poco a poco vamos subiendo y la pala se pone más y más empinada. Es aquí donde decidimos tirar por la directa en la última parte de la pala. Ya estamos casi arriba y solo nos queda un pequeño paseo hasta la cima, aunque el cansancio se nota ya.

Parte final de la pala con el camino directo a la izquierda

Ya falta poco...

Cima del Bisaurín!

La típica vista del Bisaurín

Otra vez toca abrigarse porque el viento vuelve a hacer acto de presencia. Ya teníamos ganas de ver nieve por las cimas. Nos gusta demasiado este paisaje. Total que después de las fotos de rigor empezamos a bajar hacia el coche, ya con una temporada estrenada.

De vuelta al collado

No es carnaval pero por aquí ya hay una Drag-Queen con plataformas

De vuelta en el coche

Y a seguir disfrutando del monte!!

Balaitous. Circular Latour - Gran Diagonal

Tras un duro día por los Infiernos, se nos ocurre que podríamos desperezar las piernas haciendo el jueves la cresta Costerillou al Balaitous. Por ello, empezamos el miércoles a subir hacia Respomuso con intenciones de dormir en el refugio.

"Hoy suave, que tenemos todo el día por delante" fueron las palabras que nos dijimos antes de empezar a subir de La Sarra a las 13:30. Dicho y hecho! Empezamos a subir hablando (cosa rara en nosotros, la pareja de muditos) y disfrutando del paisaje. Pasamos por el desvío a los lagos de Arriel y seguimos nuestro camino hacia el embalse. Más vale que fuimos tranquilos, porque llegamos al embalse en poco menos de 2h. Dios!! no podemos ir lentos, es una enfermedad!

De camino a Respomuso

El refugio con el embalse abajo

Para las 16:00 estábamos sentados en la entrada, con todo hecho sin saber que hacer en las 4 horas que nos quedaban hasta la cena. Llegó por fin la hora de la cena, con sopa y albóndigas con arroz blanco. Como mañana madrugaremos nos vamos a dormir cuando Don Reno hace acto de presencia y empieza a berrear para no dejar dormir a las 14 personas restantes de la habitación. "Joooder!" no hace falta decir más. Ahí que nos despertamos a las 6 am con 5 horas de sueño entre padre e hijo. Vamos a desayunar que falta nos hará.

Tras el desayuno empezamos a subir a eso de las 7 de la mañana por el circo que forman Frondellas, Balaitous y cresta del Diablo. A las 9 de la mañana nos plantamos en la base de la subida a la aguja d'Ussel y entre un viento bastante fuerte y racheado y entre que alguno no lo veía claro decidimos subir al Balaitous por la Brecha de Latour, en estas fechas pelada de nieve.

En la parte baja de la brecha

Tras superar las clavijas

Ya en la parte de arriba

Una vez arriba de la brecha no queda más que subir por la pedrera final hasta la cima, adornada con ese trípode tan característico. Hace un viento insoportable y no tardamos en empezar a bajar, en esta ocasión por la gran diagonal. El camino empieza por un destrepe en una canal que lleva a un pequeño collado desde donde empieza la gran diagonal propiamente dicho.

Vistas desde la cima

Llegando a la cima

El famoso trípode

Desde aquí, entre destrepadas y andar por cascajera llegamos al abrigo Michaud. Tenemos por delante un bajadón hasta los ibones de arriel, pasando por el lago helado, ahora con un color turquesa precioso. Llegamos ya a los ibones de arriel y sin pausa empezamos a bajar hacia el camino a La Sarra. Queremos terminar esto cuanto antes.

Inicio de la bajada por la gran diagonal

Primeros destrepes

Arriel y Palas desde la gran diagonal

Ya casi la hemos acabado

Bajando hacia el ibón chelau

Ahora con un color turquesa precioso

Nos despedimos del Balaitous

Y de los ibones de arriel

Nos despedimos de este entorno y empezamos una bajada machacona por la última pedrera que nos queda por bajar, llegando así al camino que baja a La Sarra. Ya, con los pies reventados, llegamos al coche tras un buen desnivel (sobretodo de bajada).

Un saludo y a disfrutar del monte!!